La experiencia europea en cuanto a cooperación de instituciones de educación superior demuestra
que uno de los aspectos diferenciadores más significativo a considerar cuando se evalúan
titulaciones interuniversitarias es el de la integración. Este aspecto de la integración es mucho
más importante en este tipo de titulaciones dobles o conjuntas que en las que son de una sola
institución, y son, si cabe, más importantes cuando las instituciones cooperantes son extranjeras.
La integración se podría definir como la necesidad de que los estudiantes perciban el máster como
un único título, y no como la mezcla de diferentes títulos que se imparten y se gestionan de forma
separada y descoordinado por diferentes instituciones universitarias. Esta integración debe
percibirse sobre todo en dos áreas, la académica y la organizativa (en términos del grado de
coordinación de las universidades), aunque en el caso de los programas europeos tienen una
tercer componente relacionada con la propia gestión de la iniciativa como proyecto europeo que
analiza la gestión del proyecto en su conjunto.
El concepto de integración engloba diferentes ámbitos o estamentos de cada institución de
educación superior, requiriendo que esta se muestre a nivel de departamento o centro, de
rectorado (sobre todo en materia de postgrado, y relaciones internacionales), así como a nivel de
consorcio (global de la asociación que imparte la titulación en conjunto). Precisamente debido a la
complejidad que tiene la gestión de una titulación interuniversitaria, todos estos estamentos deben
ser conscientes de la implicación que ello requiere y aceptarlo, para un correcto funcionamiento de
la misma
Finalmente, desde la experiencia de EM se ha identificado el riesgo de al existir titulaciones
locales similares que se imparten en paralelo al título interuniversitario, se considere que la oferta
de un título interuniversitario no requiere de un gran grado de preparativos al impartirlo de forma
compartida con otras universidades. Así por ejemplo, en EM se pregunta sobre esta cuestión en el
formulario de solicitud, requiriendo a los solicitantes especifiquen en qué son similares/diferentes,
si se sustituirán/mantendrán con el nuevo, cómo compaginarán la docencia con los diferentes
grupos de estudiantes, y todo esto sobre todo en términos académicos desde el punto de vista del
valor añadido a estudiantes. De entre todos estos aspectos, el hecho de poder mezclar en una
misma aula estudiantes de los diferentes títulos es necesario clarificarlo, explicando que la posible
diversidad de contextos es compatible y complementaria, y que no resultará en una complicación
añadida para ninguno de los dos tipos de estudiantes. En definitiva, la existencia de títulos locales
en paralelo no tiene por qué ser negativo de cara a la integración, como la casi totalidad de los
conceptos ya descritos; lo esencial es aclararlo y anticiparnos a las preguntas que nos pueden
plantear en este sentido los evaluadores que evalúen nuestra titulación.