En la cooperación de todo título interuniversitario es esencial que todas las universidades
participantes se integren plenamente en la cooperación. Es por ello que en la Comisión Europea
se habla del concepto de consorcio como término que denota una cooperación más estrecha que
el de grupo o asociación. El grado de cooperación del consorcio se recoge casi siempre en un
único convenio (Memorandum of Understanding – MoU) en el que todas las partes firman
conjuntamente, y que se dota en ocasiones del equivalente de entidad legal para permitir así el
cobro de tasas a través de este organismo supra-institucional. Es evidente que este tipo de
colaboración tan estrecha requiere de un importante grado de preparativos y de cohesión entre los
socios
Los aspectos referentes a la calidad de la organización, y que determinan lo que se denomina el
grado de integridad organizativa, se evalúan con especial cuidado en Erasmus Mundus. Además,
estos resultan especialmente relevantes para evaluar la percepción del estudiante en cuanto a si
se muestra realmente la titulación como si estuviera ofertada por un consorcio de universidades o
si se trata de un conjunto de instituciones con una diversidad de sistemas burocráticos que
complican el rendimiento académico del estudiante por no permitirle concentrarse en sus estudios
adecuadamente. Por ello, en la evaluación se presta especial atención a que estos aspectos clave
hayan sido objeto de debate y que estén acordados y bien reflejados en el MoU.
Buenos ejemplos de MoUs
Un MoU correcto debe reflejar los términos de la cooperación entre las diferentes instituciones que
forman el consorcio.Tal descripción se adjunta en el mejor de los casos aportando el convenio de
colaboración firmado por los responsables legales de las diferentes instituciones de educación
superior que lo forman, y en ella se incluyen aspectos relacionados con el reparto de estudiantes,
gestión administrativa y reparto de tareas, coordinación docente y ordenación académica conjunta,
reconocimiento mutuo de la docencia entre instituciones del consorcio, así como cualquier otro
aspecto adicional como podría ser por ejemplo el de movilidad de profesorado.
Los consorcios que presentan una coordinación más detallada son a menudo los que gestionan
masters que ya cuentan con algo de experiencia en la colaboración.
En otras ocasiones se trata de consorcios con experiencia previa en otro tipo de colaboraciones
internacionales (por ejemplo: actividades socrates, etc.), que siempre requieren un gran
conocimiento y confianza mutua.
En otras ocasiones la confianza mutua para diseñar el master y organizarse en torno a un
consorcio se consigue por otro tipo de actividades no relacionadas con docencia pero que son
claves para el desarrollo del proceso de Bolonia: redes de investigación donde algunos socios
hacen esfuerzos para realizar una oferta docente internacional de calidad.
Otra característica de una buena MoU es que se presenta un reparto claro de tareas entre los
socios, que a su vez es fruto de un acuerdo entre todos ellos.
Es aconsejable describir la organización y gestión interna del consorcio, y dar explicaciones
claras. No es suficiente con describir buenas intenciones y palabras sin concreción ninguna.
Comunicación entre los socios
Es necesario aclarar cuáles serán los medios y la frecuencia de comunicación entre los diferentes
socios. Puede no ser suficiente describir que se mantendrán contactos frecuentes entre las
instituciones por email u otros mecanismos telemáticos. El consorcio debe hacer un esfuerzo en
planificar la gestión en interna para plasmarla en la propuesta de titulación.
Aspectos que deben abordarse en un MoU
Se aprecian los siguientes aspectos que deben describirse en el MoU del consorcio, o que al
menos deben ser objeto de debate para asegurar la buena cooperación del consorcio. En todos
ellos lo importante es describir el mecanismo elegido para aclarar que ha sido debatido y
acordado, sin que existan fórmulas universales que sirvan para todos los casos.
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Es necesario acordar cómo se llevará a cabo la coordinación académica de los distintos
módulos o asignaturas del master a nivel global, y no solo a nivel local. Algunos masters
proponen la designación de una comisión de coordinación docente o científica con este objeto,
que está además encargada de la evaluación y el control de calidad del mismo.
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Es práctica habitual que exista un comité general de coordinación que se reuna una o dos
veces al año para supervisar la buena marcha del master. Si este fuera el caso, debería
describirse su composición y margen de actuación en caso de detectar algún problema.
Además, si existieran comités locales en cada institución deberían describirse los cauces de
coordinación con los mismos.
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Debe explicarse en detalle la organización administrativa de matrículas y expedientes del
master, es decir, aspectos como dónde se matricularán los estudiantes, si los expedientes
académicos se centralizarán en una sola institución o no, y sobre todo cómo se coordinan los
diferentes organismos responsables de la gestión académica de cada institución habida
cuenta de que los estudiantes habitualmente ingresan el dinero de la matrícula en una sola
institución.
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Es necesario describir los mecanismos se prevén en el consorcio para que ante cualquier
imprevisto o situación crítica que se detecte se pueda reaccionar cuanto antes (plan de
contingencia). Así por ejemplo, un imprevisto que puede poner una titulación interuniversitaria
en riesgo es que un socio no esté respondiendo de forma adecuada.
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Si existieran otro tipo de comités de cualquier tipo, es necesario describir los miembros que la
componen, y debe explicarse claramente su función.
Si se describen las reuniones periódicas que se planifican para hacer algún tipo de seguimiento
del master, debe de describirse el propósito de las mismas y la capacidad de intervención tanto a
nivel local como internacional del grupo de personas que se reune.