"El museo virtual posee unas características
de interactividad que permiten una gran participación por parte
del usuario"
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Nuria Serrat . Profesora de la Universidad de
Barcelona. Dpto. Didáctica y Organización Educativa. Facultad
de Pedagogía. Los museos virtuales son hoy una realidad. Espacios que pueden dar muchas alternativas pedagógicas a las clases en el aula. Nuria Serrat, profesora de la Universidad de Barcelona nos habla de ello. |
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¿Qué ventajas tiene un museo virtual? Centrando el tema desde una perspectiva didáctica, siempre que hablamos de una página web aplicada a la educación tenemos que pensar no únicamente en la propia página, sino también en el uso que se hace de ella. Es decir, para muchas personas, un museo virtual puede no poseer ninguna ventaja si únicamente es utilizada para visualizar página tras página. Desde mi punto de vista, existen muchísimas ventajas que se confunden
y mezclan con las que podría tener cualquier otra página
web o entorno virtual. Algunas de ellas podrían ser: |
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¿Aportan situaciones
distintas los museos virtuales? Cada uno de ellos, museo real y museo virtual, puede y debe aportar situaciones y experiencias distintas al visitante. A nadie se le escapa el hecho que la experiencia que supone el contacto directo con las piezas o colecciones de un museo es una vivencia insustituible. Cuando nos desplazamos al museo, no sólo se trata de ir a ver una pieza de valor incalculable o a experimentar con tus propias manos una determinada ley física. Hay que tener en cuenta también el entorno envolvente del museo, el movimiento que realizamos entre sus salas, la posibilidad de detenerme, observar, analizar, etc. Aunque esta es una experiencia propia del museo real, existen muchos museos virtuales que se están esforzando para que la experiencia que el visitante virtual tenga dentro de ellos sea, como mínimo, memorable e irrepetible. Así es como muchos de ellos practican la estrategia de "con una visita no basta", de forma que el visitante debe volver en varias ocasiones. La interactividad y la búsqueda de implicación y participación por parte del usuario son las claves para asegurarlo. |
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¿Cuántos tipos de museo virtuales podemos encontrar
en la red? ¿Cuáles son más comunes? En el otro extremo, conocemos museos reales en los que se pide una máxima actividad por parte del usuario. No se trata de una actividad puramente física, basada en ir apretando botones y ver qué sucede. Se trata de museos que fomentan la actividad mental y la actividad emocional. En ellos, el usuario se siente partícipe de la vida del museo y puede intervenir en él de múltiples maneras. Este tipo de museos reales se traducen en museos virtuales en los que la acción del visitante es esencial. Seguramente, la distribución de la visita del usuario no se llevará a cabo por salas, sino más bien por temas de interés. El usuario podrá ver imágenes panorámicas sobre algunos experimentos reales llevados a cabo en el mismo momento o podrá preguntar a diferentes expertos sobre los últimos hallazgos arqueológicos de una excavación lejana. Las actividades que se presentan en estos museos no tienen que ver forzosamente con las actividades planeadas por el museo real. Es decir, el usuario podrá encontrar en la web desde la organización de un chat sobre el último eclipse solar hasta un espacio para colgar sus última fotos sobre un espejismo; podrá compartir su opinión con algún crítico de arte o ver en la web sus propios dibujos trabajados con acuarelas. Como puede verse, la variedad en los tipos de museo responde a la propia realidad de los museos así como a los posibles gustos, preferencias, intereses y necesidades de los usuarios. Los más comunes, de momento, son los que siguen una línea, podríamos decir, más tradicional, basada en la transmisión lineal de la información y con una baja interactividad mental y emocional. Usted traslada el museo virtual al aula. ¿Qué puede
aportar a un aula? Muchos de ellos poseen espacios específicos para los docentes, ya sea ofreciendo materiales didácticos para preparar el trabajo en el mismo museo virtual o como material de soporte para el aula. Desde otro punto de vista, los museos virtuales pueden convertirse en auténticos entornos de aprendizaje, más allá de la simple utilización como material de consulta o como espacio para la búsqueda de información. Muchos de los museos virtuales existentes en la red pueden convertirse en verdaderos espacios a partir de los cuales articular unidades didácticas. A su vez, se presentan como espacios idóneos para el trabajo cooperativo entre escuelas y entre profesionales ya que muchos de ellos estimulan el intercambio de experiencias e ideas a partir de foros y chats. Creo que los museos virtuales pueden ser una herramienta muy útil para trabajar con una metodología basada en los centros de interés o el trabajo por proyectos. Tanto en educación infantil, primaria como secundaria, los museos virtuales ofrecen diversas posibilidades; todo depende, en gran parte, del papel que pretenda atribuirse al museo virtual como recurso educativo y como entorno de aprendizaje. De todos modos el profesorado tiene mucho que ver con la utilización
de los museos virtuales en las aulas. ¿Verdad? Un comentario que debe hacerse sobre este punto es que, en la mayoría de museos virtuales, especialmente los americanos y canadienses, existen profesionales destinados exclusivamente a responder a las posibles dudas y comentarios que los docentes tengan respecto a alguno de los contenidos del museo. Generalmente es un sistema que funciona a través del correo electrónico y, por mi propia experiencia, es bastante eficiente. Por último, debe tenerse en cuenta que para trabajar un determinado contenido el docente necesitará posiblemente la conexión entre dos o más museos virtuales, hecho que aumenta su trabajo. Supongo que ocurre como con el resto de recursos y actividades didácticas: si el docente muestra interés y ve las posibilidades que los museos virtuales pueden ofrecerle dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, éste será un primer paso para que dichos recursos sean utilizados en el aula. A su vez, si observa que, ante las primeras experiencias, el alumnado muestra una actitud participativa respecto a la actividad planteada, el propio docente se verá dispuesto a seguir contando con este tipo de propuestas. La interactividad. Un término muy de moda pero que muchas veces
no sabemos utilizarla. La interactividad en los museos virtuales debe entenderse más allá de pasar páginas, y debe centrarse en el modo de, como podría llamarse, "enganchar" al visitante. A mí me ha pasado muchas veces, es decir, he estado horas y horas "paseando" por un museo virtual, intentando escudriñar cada uno de sus rincones, participando en alguna actividad pública o enviando un mensaje a un grupo de profesionales. Y, generalmente, con esa única visita no he tenido suficiente. El museo virtual debe contener en sus páginas todas las posibilidades que Internet posee y plantearlas de un modo práctico, intuitivo y ameno. |
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Obviamente, el tema de la navegación y los sistemas de búsqueda depende de un buen diseño inicial del entorno virtual. Para ello es muy útil realizar algunas pruebas con personas que no estén habituadas a navegar por la red y ver qué sucede. ¡Nos sorprenderíamos de lo que puede llegar a suceder! Todavía no son muchas las experiencias de museos virtuales.
Tampoco las experiencias didácticas al respecto. ¿Se conoce
alguna para poderla destacar? Aunque no siempre es adecuado proponer ejemplos, algunas veces destaco la experiencia que llevan a cabo desde el Science Museum of Minnesota (www.smm.org). Sí, siempre caemos en la trampa de citar ejemplos extranjeros, pero tengo la necesidad de mencionarlo porque en él he pasado horas y horas, disfrutando como una "visitante más". Pensado principalmente para público escolar, creo que el SMM es un buen ejemplo sobre las posibilidades que puede llegar a desarrollar un museo virtual. Creo que su mejor espacio es el llamado "Ideas and activities", un espacio distribuidor a partir del cual el visitante puede observar y experimentar diferentes actividades por su propia mano. Existen en este espacio multitud de actividades para llevar a cabo en el aula o en casa, y en ellas se muestran cada uno de los pasos que deben realizarse, desde cómo crear papel reciclado, cómo descubrir y calcular mi pulso a lo largo de unos años, cómo cubrir una noticia relacionada con hechos de la naturaleza, hasta colgar mi propio mapa conceptual sobre un concepto científico. Existen otros muchos museos que han manifestado su interés en llevar a cabo experiencias relacionadas con el mundo educativo y creo que los resultados han sido positivos. Lógicamente, el camino continúa abierto y con mucho recorrido por hacer. ¿Cuál es la mejor manera de seleccionar un museo virtual? |
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