METODOLOGÍA

La clave de esta unidad didáctica es la visita a la sala del Kutxaespacio Juegos de Luz utilizando la educación formal e informal para la difusión de la ciencia. Está claro que utilizando estos dos aspectos de la educación, la ciencia se divulga mejor a los alumnos y de una forma más directa.

La unidad didáctica tiene diferentes actividades y las hemos dividido en tres partes:

1. Actividades principales: serán útiles para conocer los conocimientos previos de los alumnos antes de visitar la sala. Dichas actividades son el inicio para mostrar interés hacia esa visita.

2. Actividades para la visita: en la exposición hay muchos módulos, y estos ejercicios son adecuados para que mantengan la atención y entiendan la exposición en su totalidad.

3. Actividades posteriores: para que el proceso de aprendizaje se complemente y siga adelante estas son las actividades adecuadas. Dependiendo de las posibilidades del tema que se está tratando las líneas transversales también tienen un lugar en este apartado.

Hemos trabajado distintas estrategias metodológicas y actividades, por ejemplo: experimentos, preguntas, debates, textos, actividades on-line, manualidades, trabajo en grupo (reducidos o grandes), trabajo individual, etc. Las actividades están distribuidas por toda la unidad y restan una monotonía a la hora de realizarlas. La razón por la que hay una variedad de actividades es para que los alumnos se sientan a gusto y presten atención sin aburrirse.

El museo al que asistimos es uno de tercera generación, y esto significa que tiene que haber una interacción. Las actividades que los alumnos realizan en el museo son muy activas y participativas, porque manipulan objetos y módulos y con ello pueden trabajar mejor sus emociones y actitudes, desarrollando los aspectos cognitivos, psicomotores y afectivo-emocionales.

Los conocimientos previos de los estudiantes son muy importantes en el comienzo del proceso de aprendizaje. Lo que saben sobre un tema es el principio para marcarse unas pautas y obtener un aprendizaje más complementario. Los estudiantes aprenden en la escuela; y lo que aprenden en el museo también alimenta su conocimiento. Después, en clase, terminan de unir todo lo que han interiorizado. En esta última parte las líneas transversales tienen una mayor importancia, porque todo lo aprendido hasta ahora les será útil en futuros aprendizajes y ámbitos de sus vidas.

Con esta metodología queremos provocar el conflicto cognitivo entre los alumnos en vez de explicarles una teoría científica. Es más agradable aprender participando en las actividades y también resulta más atrayente. Con dicho conflicto los alumnos pueden aprender nuevos conceptos que serán válidos para seguir adelante en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Teniendo en cuenta la edad de los alumnos para los que proponemos las actividades, resulta muy importante el papel que otorgamos al profesor. Sus explicaciones y también su manera de intentar motivar a los alumnos son fundamentales si se quieren conseguir buenos resultados. Por una parte está en sus manos que el aprendizaje sea satisfactorio y agradable.