¿Dónde nació la idea de un museo de la ciencia?
En el año 1990 se fusionaron las dos cajas: La provincial y la
municipal. Como consecuencia de aquello, había dos departamentos
de educación -todos los departamentos eran dobles-. Parecía
totalmente absurdo. Entonces un modelo sobraba. Una de las cajas estaba
en las Torres de Arbide, también el otro departamento de educación.
Así Arbide quedó libre, y una de las utilizaciones que se
pensó para esa torre fue crear un museo de la ciencia. Estamos
hablando de 1991.
Primero empezó como una conversación de café. Recuerdo
que estábamos hablando en un momento sobre la exposición
mundial que había habido en Sucuba. Pero eran conversaciones de
café. "¿Por qué no hacemos un museo de la ciencia?
Y ¿Qué es un museo de la ciencia?", decíamos.
Una buena pregunta…
La idea se fue medio durmiendo, hasta que, unos meses después,
el que era en aquel momento director de la Fundación Kutxa dice
que quiere hacer un anteproyecto.
Se hace un Braim Storming y surge la idea de utilizar los tres pisos de
Arbide para hacer un museo de la ciencia; muy orientado a la historia
del dinero.
Se mandó a hacer un anteproyecto, y ese anteproyecto se durmió
en alguno de los cajones de Kutxa. Por cierto, que hace poco lo he encontrado
en uno de mis cajones [sonríe].
Entonces el proyecto, que hoy en día es una realidad, ¿De
donde procede?
En paralelo, o de modo no ligado directamente con este proyecto, un grupo
de universitarios se reúne para hacer otro proyecto sobre un museo
de la ciencia en San Sebastián. Forman una asociación: Zientzia
XXI, y comienzan a trabajar. En principio era un proyecto diferente, aunque
podía haber habido cierta relación entre ellos. Concretamente,
porque algunas de las personas habían participado en ambos proyectos.
Por otro lado hay otro tercer proyecto independiente. La obra social de
Kutxa quiere hacer una nueva obra. Se barajan muchas ideas.
¿Entre otras un museo de la ciencia?
Se enteran que hay un anteproyecto de Zientzia XXI. Hablamos con ellos,
el proyecto nos gusta, lo compramos y lo hacemos nuestro. Esa idea inicial
surge y la obra Social de Kutxa coge el control. Eso fue en 1998. Sobre
ese proyecto se empieza a completar. Se cuenta con la asesoría
del planetario de Pamplona, para el planetario; Armentia y sus muchachos.
Para el telescopio se cuenta con la colaboración de la Asociación
de Ciencia Aranzadi. Después, parte de los de Zientzia XXI trabajan
como asesores pero además está el personal de Kutxa. Con
todas estas piezas, desde el año 1998 se empieza a desarrollar
el proyecto, y termina en el museo Miramón
Kutxaespacio de la Ciencia de San Sebastián, que ha sido recién
inaugurado.
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