6. Introducción
Motivados sobre todo por las reformas del proceso de Bolonia, en los últimos años asistimos al florecer de tiulaciones interuniversitarias en las que se pretende aunar la experiencia y saber hacer de varias universidades para crear títulos que no podrían tener esa calidad sin la cooperación entre instituciones. Estos estudios requieren un gran grado de coordinación y planificación entre las universidades no sólo en aspectos académicos sino también organizativos, aspecto este al que no siempre se presta suficiente atención muchas veces por la falta de experiencia en esta matria por parte de las instituciones de educación superior.
A pesar de que cada vez son más numerosas las iniciativas de titulaciones dobles o conjuntas entre varias universidades, incluyendo la cooperación transnacional, la ENQA y sus agencias no han propuesto hasta el momento una serie de criterios específicos para evaluar la complejidad añadida de estas titulaciones en cuanto al grado de integración y coordinación que requieren.
En los últimos años la Comisión Europea ha impulsado programas de cooperación entre universidades para fortalecer alianzas internacionales y acelerar las reformas legales que necesitan las universidades europeas cara al proceso de convergencia europea de educación superior. Parte de estos programas han tenido como objetivo promover experiencias de titulaciones dobles o conjuntas entre universidades de diferentes estados miembro, y aunque estos proyectos europeos potenciaban el diseño y/o implementación de titulaciones a todos los niveles (grado y postgrado), los esfuerzos que se han dedicado al postgrado son los que mayores frutos han dado.
El objetivo de este tipo de programas europeos es el de aunar la experiencia y saber hacer de varias universidades de diferentes países para crear cursos de gran atractivo y nivel académico, sobre todo si la cooperación de varias instituciones fuera esencial para poder ofertarlas.
Estos programas de cooperación han tenido un gran impacto porque sirven de herramienta para implementar las tendencias de reformas del proceso de Bolonia, pero también están englobadas dentro de la estrategia del proceso de Copenhague al que ya se ha hecho referencia en el Capítulo 2. Así por ejemplo, iniciativas innovadoras que van en línea con los objetivos marcados en estos procesos son valorados muy positivamente en estos programas. Un ejemplo de esto son las propuestas de titulaciones novedosas en el ámbito de la formación continua universitaria.
Estos programas europeos demandan a las universidades requisitos adicionales a las titulaciones ordinarias para satisfacer objetivos estratégicos europeos que a su vez complican considerablemente su gestión (por ejemplo, el requisito de movilidad estudiantil obligatoria entre dos países en Erasmus Mundus). Un ejemplo de ello es el requisito de movilidad estudiantil obligatoria en Erasmus Mundus.
Si bien la experiencia en esta materia en programas europeos se centra sobre todo en promover titulaciones interuniversitarias internacionales, muchas de las lecciones que podemos aprender de ellas son también válidas a las titulaciones interuniversitarias de un solo país. En este contexto, la experiencia de Erasmus Mundus como un ejemplo de buenas (y malas) prácticas del que se pueden extraer conclusiones muy relevantes para poder evaluar la calidad de titulaciones inter- universitarias, ya sean nacionales ó transnacionales. Además, la experiencia adquirida por estos consorcios (asociaciones) de instituciones universitarias europeas es muy relevante para aquellas otras instituciones que no tienen aún suficiente experiencia en estas iniciativas, y evita que se repitan errores además de poder aprender del saber hacer de los pioneros en estos programas.
Es precisamente esta experiencia europea la que nos permite aprender las lecciones de otras universidades con más experiencia en articular titulaciones universitarias más complejas tanto académica como organizativamente por realizarlas en coordinación entre instituciones, que además no siempre son del mismo país. Una de las fuentes de información más relevante en este sentido son precisamente las evaluaciones de los programas europeos de titulaciones universitarias, y la lección más importante es la siguiente: los criterios que deben aplicarse para el diseño, evaluación y acreditación de este tipo de titulaciones interuniversitarias, ya sean internacionales o no, no pueden ser únicamente los que se aplican a titulaciones organizadas por una sola universidad, ya que existen multitud de aspectos de la cooperación que deben analizarse con cuidado. Ejemplos de estas son la coherencia del plan de estudios para los estudiantes en movilidad, pero también la equidad a los estudiantes en cuanto a tasas, requisitos y procedimientos de admisión y selección, entre otros.
En este capítulo revisamos los conceptos y aspectos que se presentan como más determinantes a la hora de diseñar e implementar una titulación universitaria. Los aspectos aquí revisados así como las recomendaciones que se plantean son fruto de la experiencia de los autores de este capítulo y se basan en la experiencia adquirida a través de los programas de educación de la UE así como a través de consultas y seminarios con expertos en acreditación de titulaciones y en política universitaria.