La integración académica es uno de los
aspectos más importantes a la hora de evaluar la calidad
académica de una titulación inter-universitaria. Se
podría entender como la medición de en qué grado
está la titulación realmente integrada, de forma que se
evalúa precisamente la calidad académica desde esta
perspectiva de conjunto. Idealmente, un título
interuniversitario debe verse como uno único, como si
estuviera organizado e impartido por una única
institución. Esto no conlleva que las asignaturas deban ser
diferentes en cada institución ya que podrían ofrecerse
contenidos similares a distintos grupos de estudiantes del master,
pero deben formar un programa de estudios común y coherente
cualquiera que sea la opción de movilidad elegida por un
estudiante del curso.
Cuando un título no es el resultado de un
plan de estudios integrado entre las universidades de forma
integrada surgen a menudo complicaciones en la implementación
de la titulación. El error más común es el de
redistribuir asignaturas ya existentes en las instituciones
(pertenecientes a postgrados e incluso a grados nacionales) sin
reformarlas y sin ofrecer contenidos que se adapten a los
estudiantes del master doble o conjunto.
Todas estas prácticas tienen consecuencias
muy negativas en la estructura y el plan de estudios ofrecido a los
estudiantes. Entre ellas destacan la falta de percepción de
una estructura clara en los estudios, con contenidos obligatorios o
principales muy reducidos y optatividad desmesurada sin marco
definido. Junto con esto, se aprecia además la no
definición de las competencias a adquirir, e incluso se llega
en ocasiones a casos en los que se repiten contenidos a estudiantes
en movilidad.
Debe tenerse en cuenta que la combinación de
buenas asignaturas y profesores de diferentes universidades no
siempre implica que unos estudios sean buenos. Para ello las
asignaturas deben estructurarse debidamente en la titulación
definiendo contenidos obligatorios y optativos de forma coherente a
los objetivos de la titulación.
Un título interuniversitario debe mostrar
claramente una estructura única incluyendo todos los
itinerarios formativos que seleccione el estudiante.
Las asignaturas deben estructurarse en obligatorias, optativas e
incluso de libre configuración.
Es una buena idea definir prerrequisitos en
las asignaturas, incluyendo las asignaturas de las otras
universidades
Las asignaturas deben articularse siguiendo una
lógica académica. Así, si se admiten en el master a
personas con estudios muy diversos, la titulación debe ofrecer
itinerarios especiales para adaptarse a sus necesidades a
través de por ejemplo diferentes "asignaturas compensatorias"
(con ayuda de un tutor).