El procedimiento de solicitud debe ser claro y
realista independientemente de si se realiza para una opción
de movilidad u otra, y el proceso de selección de estudiantes
debe ser justo, claro y transparente además de común para
todo el consorcio.
Acceso e integración
organizativa
En una titulación inter-universitaria es
importante que se plantee un procedimiento equitativo para la
admisión de estudiantes independientemente de la universidad
en el que presente su solicitud de ingreso. La experiencia europea
nos muestra que si esto no se respeta pueden crearse conflictos
entre los miembros del consorcio, que en ocasiones han llegado a
provocar la finalización de la colaboración entre las
universidades.
El procedimiento más habitual es el de crear
una comisión de admisión formada por representantes de
todos los socios en la que se toma la última decisión de
los alumnos admitidos, aunque en ocasiones se incluye además
un filtro previo en las diferentes instituciones para descartar los
candidatos que no cumplen los requisitos mínimos de acceso.
Sea cual sea el procedimiento en ningún caso los estudiantes
deberían tener más posibilidades de ser elegidos por
entregar su solicitud a partir de una institución concreta o a
través de otra, ya que si no esto iría en contra de dar a
entender al estudiante que el título es en realidad
integrado.
En cualquier caso, no es recomendable en
titulaciones transnacionales describir los criterios de
admisión desde una perspectiva nacional y con términos
que sólo pueden entenderse en el sistema de una de las
instituciones pero no en la del otras. Los criterios de
admisión y los procedimientos administrativos deben explicarse
desde una perspectiva internacional, incluso de forma comprensibles
para personas de terceros países.
Para ello, algunos consorcios optan por
centralizar todas las solicitudes en una sola institución, de
forma que a los estudiantes se les aplica criterios comunes pero a
través de una comisión formada por integrantes de todas
las instituciones. Son ejemplos de formas válidas de
cooperación en este sentido, y muchas otras fórmulas son
también posibles.
Estructuración y comisiones para
procedimientos de acceso
Es habitual que exista una comisión conjunta
de admisión y selección formada por miembros de todas las
instituciones que forman el consorcio y que toma la decisión
final de los estudiantes que serán admitidos en el
máster. También es válido que existan comisiones de
acceso locales en cada institución como filtro inicial siempre
y cuando estén totalmente coordinadas por una comisión a
más alto nivel formada por todas las instituciones y que
tomará la decisión final de forma consensuada y
según los criterios comunes ya descritos. Estas formas de
organización son igualmente válidas como muchas otras,
aunque lo importante para este criterio en cualquier caso es que
los criterios y procedimiento que se aplican sean comunes y
consensuadas. La fórmula puede ser más o menos
centralizada, pero debe asegurar el reparto de responsabilidades
entre socios y la integración.
Un ejemplo de falta de integración
organizativa sería el caso de que no exista una única
comisión sino que se reúnan independientemente comisiones
de cada universidad de forma que cada una sólo decida sobre
los estudiantes que vayan a pasar por sus clases (y gestionen la
admisión y la selección por separado). Este tipo de
prácticas no evita el problema de que un estudiante tenga
más oportunidades de ser seleccionado dependiendo de la
opción de movilidad elegida.
Por otro lado, procedimientos de admisión
problemáticos como el que un estudiante de un máster de
dos años deba solicitar su admisión el segundo año
de forma independiente, de forma que se le aceptará la
renovación en base a la marcha del primero. Este tipo de
procedimientos deben explicar claramente el fundamento para tal
situación así como las consecuencias de que se le
denegará a un estudiante la matrícula en segundo
año, sin permitirle obtener el título de
máster.